Opinión: Kico Becerra
Aprovechando que el cierre de las ciudades coincidió con mi visita cotidiana al llano, tuve la oportunidad de estar en Lejanías y San Juan de Arama, ricos municipios que, gracias al tan criticado, por algunos, proceso de paz, se incorporaron al mundo agrícola Colombiano.
Se han convertido en los municipios más frutícolas del País; son los más importantes proveedores de plátano, yuca, naranja, papaya y hortalizas de Bogotá; un palpable ejemplo de la reincorporación a la sociedad de los campesinos que estaban, de una u otra forma, sometidos a grupos armados.
Tuve la fortuna de conocer una asociación de mujeres Asmucale, presidida por Doña Nidia Castro y su hija Cristina, que produce el mejor chocolate nacional. Ellas transforman artesanalmente, en deliciosos manjares, la mezcla que hacen, con miel de abejas que crían para polinizar los árboles de cacao. No sobra mencionar que son los cacaotales más productivos de la nación.
Realmente emocionante ver esas mujeres víctimas, durante muchos años, de la violencia, mostrando sus emprendimientos, con gran fe en el futuro y sacando adelante sus familias.
Visité una alucinante reserva turístico ecológica, llamada AulaViva tropical, dirigida por el profesor José Zárate y su familia; auto sostenible, inclusive en sus fuentes de energía eléctrica; produce café cien por ciento orgánico y naranjas tangelo, de donde sacan un estupendo vino de naranja.
En un mágico entorno, límite con la reserva hídrica más importante de la tierra, el parque natural del Sumapaz. Tiene una piscina en piedra por donde rueda agua pura nacida en medio de un bosque cercano. Posee unas cabañas donde impera el orden y la limpieza, para quienes quieran estar unos días visitándoles.
Para mí, el río Güejar es el más espectacular del país. Las llamadas piscinas del güejar que son unas cascadas que caen sobre un canto blanco y forman una monumental fuente natural como de mármol; es un paisaje indescriptible con palabras.
Hacer el recorrido en balsa por el llamado parque del «cañón del Güejar» es un adrenalístico paseo, inolvidable. Los expertos guías, son jóvenes reinsertados que ya han representado internacionalmente al país en varios eventos de rafting. Un Colombiano que se respete no se puede morir sin venir a disfrutar el Güejar.
Qué bálsamo he sentido al palpar esa Colombia pujante, de gentes campesinas extraordinarias, alegres y orgullosas de su trabajo que, a pesar de los gobiernos, siguen para adelante, saltando todo tipo de matojos. Seríamos, sin duda, una potencia, si a esa gente se le apoyara con asistencia técnica y algo de dinero.
Ñaputa: El caballero del campo Jimmy Mejía sigue estando
secuestrado. Exigimos su liberación.