En casi todas las ciudades del país, el paro nacional fue una jornada pacífica, la cual mereció que las autoridades destacaran el comportamiento ejemplar de los ciudadanos. Los casos más destacados se presentaron en Medellín, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Pasto y Villavicencio, donde las marchas transcurrieron en armonía y en medio de presentaciones artísticas.
En varias ciudades y en medio de la marcha, los manifestantes impidieron que encapuchados atacaran la infraestructura de la ciudad. La tranquilidad fue tal que la barra de Los del Sur, de Atlético Nacional, se unió a la de Rexixtenxia, del Medellín, y cantaron contra el gobierno del presidente Duque.
En el recorrido, el artista El Vecino cantó su composición Noviembre 21, que se convirtió en el himno del paro. Y en la avenida Oriental se escuchó El baile de los que sobran, canción de Los Prisioneros que es himno de las protestas en Chile. El metro, que también felicitó a los ciudadanos, solo cerró por unos minutos y de manera preventiva las estaciones por donde pasó la movilización.
En Barranquilla, la protesta también fue un carnaval. Esta es la segunda ocasión que la Arenosa se destaca por su buen comportamiento. Hace más de un mes, los estudiantes protestaron de manera pacífica, demostrando mucha cultura y disciplina. En la capital del Atlántico se realizaron cuatro marchas, que comenzaron desde muy temprano y llegaron a sumar unas 80.000 personas. “Marchamos para demostrar que hemos despertado”, anotó Doris Padilla, del sindicato de los trabajadores de la Gobernación del Atlántico.
En la ciudad amurallada se estima que participaron unas 20.000 personas. La movilización tuvo muchas consignas contra el gobierno y expresiones artísticas protagonizadas por estudiantes, quienes habían invitado a denunciar a los encapuchados.
En Santa Marta, el paro fue una jornada que además permitió la integración de sindicatos, gremios, estudiantes universitarios y gente del común.
Y en Pasto, la masiva movilización tuvo como ingrediente cantos y bailes como muestra de unidad y pacifismo. De hecho, el gobernador Camilo Romero expresó su admiración por la manera en la que los ciudadanos se manifestaron. “Este es un pueblo que levanta la voz con contundencia, con alegría, con la fuerza del sur”, puntualizó en un tuit.
En Villavicencio, la marcha fue considerada sin precedentes. Allí se movilizaron más 20.000 personas. “Hubo camaradería entre policías, estudiantes, sindicalistas y líderes de organizaciones sociales”, dijo un manifestante, y destacó que la jornada fue amenizada con cantos, bailes y consignas.
Y en La Guajira se destacó la protesta de un grupo de niños de la comunidad de Sipanao, en Uribia. Con banderas y pancartas recorrieron caminos polvorientos en compañía de padres y maestros.
Director: Habib Merheg Marún