Según información de fuentes del Inpec, Merlano, condenada a 15 años de prisión por conformar una red de compra de votos, cayó al piso y luego se montó en una moto que la esperaba y que era conducida por un hombre vestido de domiciliario.
Estas son algunas de las cosas que nadie entiende, ¿Cómo una persona presa puede solicitar una cita para «diseño de sonrisa» y el INPEC le concede el permiso? ¿Cómo es que sale de la prisión acompañada sólo de un conductor y un agente del INPEC?
Son muchos los interrogantes alrededor de la fuga cinematográfica de la señora Merlano, pero todos coinciden en que hubo todo un proceso de Pre Producción como en las películas, en donde debió intervenir más de uno para lograrlo, tanto del INPEC, como del consultorio del Odontólogo, así como el deliverado motociclista que la esperaba hasta que ella se pone el casco y salen orondos por la vía como si nada.
Aquí tuvo que haber mucha gente involucrada, desde las altas esferas que dan las ordenes necesarias, hasta el tipo de la moto que se ganó su plata sólo esperando el salto de Merlano y la fuga por las calles de la ciudad.
Ahora, con mucha dignidad, la justicia asegura que investigará a fondo todo este proceso y llegará hasta las últimas consecuencias. ¿En verdad esperan que todo el país se trague ese cuento viejo?
La pregunta es: ¿Si Aida Merlano fuera militante de otro partido distinto al Centro Democrático, le habían colaborado tanto para su fuga?
Director: Habib Merheg Marún