Después de cada partido de fútbol, sea de la selección Colombia o de cualquiera de los equipos nacionales genera una disputa fuera de las canchas, que resulta con personas heridas o asesinadas, producto de tres elementos: La ignorancia, las drogas y las bebidas alcohólicas.
La ignorancia es tal vez el factor de mayor influencia. Los jóvenes idolatran a sus equipos hasta el punto de estar dispuestos a matar en nombre de la bandera que defienden. Un claro ejemplo del detrimento de una sociedad que no valora la vida, ni el respeto a los derechos. Sumado a esto y para desgracia, en Colombia no existe un sistema de justicia que imponga penas ejemplares para quienes agreden a otros en escenarios deportivos. Esto, por supuesto, genera más libertad a los agresores para continuar asesinando y golpeando a todos aquellos que considera son enemigos.
Las drogas y el alcohol hacen muy bien su labor desestabilizando la razón de quienes los usan. No hay límites para el consumo de bebidas alcohólicas, no hay control fuera o dentro de los escenarios deportivos en el consumo de drogas, lo cual amplia el panorama de los encuentros sangrientos entre hinchas de un equipo y otro.
Incluso cuando seguimos a una selección y somos todos colombianos, existe o se inventa un pretexto para generar un confrontamiento, lo que permite decir que somos muy ignorantes o muy violentos.
Director: Habib Merheg Marún