Al menos 5 ciudades de Ucrania incluida su capital, Kiev, vieron sus cielos surcados de bombas rusas como presunta respuesta de Putin por la voladura la semana anterior del puente de Kerch en Crimea una zona antiguamente ucraniana que Rusia se anexó luego de un polémico referendo tras la invasión del Kremlin.
Kiev, Lviv, Mikolaiv, Járkov, Dnipró y Zaporiyia fueron atacadas fuertemente por los misiles y bombas rusas y las autoridades ucranianas reportan 11 muertos y más de 60 heridos. El mensaje de Putin es claro: su artillería puede alcanzar cualquier rincón de Ucrania.
Los videos de redes sociales muestran escenas del hecho desde varias realidades como el del corresponsal de la cadena inglesa BBC que interrumpe su reporte en vivo al sentir las explosiones cerca al lugar de emisión o la de una adolescente que camina aterrorizada por las calles mientras las explosiones la hacen protegerse sin dejar de grabar.
La guerra se ha recrudecido en las últimas 3 semanas luego que el presidente ucraniano Zelensky y sus tropas decidieran contraatacar para recuperar territorios y que el presidente ruso convocara a 300 mil reservistas con destino al frente de guerra.
El ataque al puente de Crimea ha sido considerado por Rusia como un atentado dentro de sus fronteras y aunque Ucrania no se ha asignado su autoría, el Kremlin supone que el atentado vino directamente desde Kiev.
La amenaza de un escalamiento hasta alcanzar la primera explosión nuclear que podría derivar en un verdadero Armagedón, sigue latente.