Durante las manifestaciones del Paro Nacional el alcalde Jorge Iván Ospina, firmó el 8 de Junio, un acuerdo de 8 puntos con los manifestantes, pero hasta la fecha, faltan varios puntos con finiquitar.
El 31 de Mayo, se presentó un hecho histórico en Colombia, el alcalde Cali se sentó con los directivos de la URC con un objetivo claro: exponer sus más básicas peticiones y las razones para montar los bloqueos en la ciudad. Al final, todo quedó plasmado en un documento al que llamaron Plan de Emergencia.
En esa reunión inicial, miembros de la URC y Jorge Iván Ospina encontraron 8 puntos que debían evaluarse:
1. Educación: Se trazaron como objetivos principales el acceso gratuito a los tres niveles educativos: técnico, tecnológico y universitario; formación política y pedagogía para la paz y garantizar el acceso a internet, por lo menos a los estratos más pobres.
2. Alimentación: Es la necesidad más apremiante, pues como lo manifestaron los y las manifestantes, “quién puede vivir sin comer”. Lo primero que se planteó fue en seguir promoviendo la continuidad de las ollas aun después del levantamiento de los puntos de resistencias, integrando a las mujeres de la olla, esas mujeres que eran madres y tías de muchos de los jóvenes, para después convertirlas en comedores comunitarios. Otra petición importante fue la entrega de 500 mercados por punto de resistencia. “Sabíamos de que la gente en los barrios estaba aguantando hambre porque no entraban los alimentos o porque los precios estaban por las nubes, sabíamos que en parte era nuestra culpa y por eso queríamos reivindicarnos con la comunidad”.
3. Salud: Otro punto clave, que durante los casi dos meses de paro algunos de los puntos de resistencia se convirtieron en los únicos prestadores de este servicio. Su principal objetivo fue la atención inmediata para rehabilitar muchos de sus compañeros y compañeras en contextos de drogadicción, una exigencia manifiesta al mismo alcalde de Cali, junto con un programa de prevención y apoyo psicosocial.
4. Empleabilidad: la URC vio la necesidad de dar oportunidades laborales con formación/capacitación académica y así incorporar a los y las manifestantes a la tan anhelada vida laboral (una de las consignas del estallido social).
5. Económico: en este aspecto se planteó unir esfuerzos con una proclama a nivel nacional: “renta básica ya” para los estratos más bajos, los mismos de donde vienen la mayoría de manifestantes.
6. Cultura: La comunidad los apoyó desde el principio, pero los jóvenes sabían que los bloqueos afectaban en general a la ciudadanía caleña; así que para aquel entonces se plantearon darle un nuevo sentido movilizador al paro, desde una apuesta cultural y artística que convocara igualmente a la gente, y para ello concertaron permisos y apoyo logístico para estas actividades. Fue el caso de Portada Resiste, quienes fueron los primeros en implementar esta estrategia, y poco a poco algunos puntos de resistencia se les fueron sumando.
7. Derechos humanos: La definición de este punto marcaba la ruta de los demás, pues garantizaba la vida de toda la gente que se unió a la resistencia, pero principalmente de quienes estaban sentados en la mesa, pues eran ellos y ellas quienes cargan con el peso de haber dado la cara. La exigencia era clara, una ruta de protección, pues para ese entonces ya empezaban las amenazas, las intimidaciones y los señalamientos de una multiplicidad de actores, que hoy siguen sin ser identificados.
8. Fortalecimiento de la URC: Están convencidos que la “unidad hace la fuerza” y que unirse entre puntos era la única manera para evitar que “los arreglaran con cualquier cosa”; por ello no podían dejar de lado el fortalecimiento como movimiento social autónomo y popular y pedir dentro de este plan la implementación del decreto que en su artículo décimo garantiza “la financiación de las gestiones de facilitación y sostenimiento del diálogo…”
Hasta el momento la alcaldía de Ospina ha cumplido con cuatro de los ocho puntos concertados con la URC. Sin embargo, parece más un cumplimiento a medias. La entrega de los mercados se acordó que se haría en dos momentos, pero algunos puntos de resistencia no han recibido ni el primer envío y otros siguen en la espera del cumplimiento de la totalidad de ellos.
¿podrá cumplir el alcalde Ospina?
La propuesta de la URC es bastante ambiciosa y aunque el alcalde Ospina tenga intenciones de respetar esos acuerdos, muchos sectores sociales no están de acuerdo con dichas solicitudes porque consideran que exige de unos recursos que no están considerados en el presupuesto de la municipalidad y que no tendrán respaldo de la gobernación del Valle de Cauca.