Por @EscribidorMao
Gracias a la decadencia de la iglesia católica y las promesas de llegar al cielo y conocer las bondades del Todo Poderoso, las iglesias cristianas han logrado aumentar sus militantes, que no sólo poner a vivir como rey a cada pastor, gracias a los 5 servicios que ofrecen cada fin des semana y que reúnen a cientos de miles de feligreses que oportunamente dan sus diezmos para apoyar a sus máximos exponentes, que no tienen reparos en conducir lujosos vehículos de alta gama y algunos hasta llevan escoltas para cuidar la palabra divina de Dios.
pero no todo es plata
Los feligreses de las iglesias cristianas son ingenuas ovejas, que no sólo acceden a dar el diezmo obligatorio, sino que son tan vulnerables en su fe, que se prestan para ser manipulados políticamente hablando para votar por el que diga el pastor.
Yo no puedo oponerme por al orientación religiosa de cada persona, eso es cuestión personal de cada quien, lo que si trato de atacar de manera directa, es el abuso sicológico al que son sometidos estas ovejas de Dios, cuando caen en manos de pastores embaucadores que, en su codicia de dinero y poder, exprimen a sus seguidores y no contentos con ello, pactan con los políticos de turno, para entregarles en bandeja de plata a un grupo de votantes, los cuales obedecen a su pastor, sin cuestionar los argumentos para hacerlo.
Así quedó plasmado en la reunión del MIRA, Eduardo Guevara, que a puerta cerrada con la exgobernadora Dilian Francisco, lograron implementar un pacto político, separándose de su antiguo ídolo, Álvaro Uribe Vélez. Así es la política, tan dinámica como la corrupción en Colombia. Ante la mala imagen que tiene ahora el exmandatario del Centro Democrático, los cristianos del MIRA deciden apostarle al partido de la U, buscando derrotar al comunista de Petro.
el poder de las iglesias cristianas
La política es tan dañada y corrupta en Colombia, que logró infiltrar los comercios humanos y entre ellos, la fe de los colombianos y los cristianos que, acorde a su fe, debería defender los derechos de los más necesitados, como se demuestra en las sagradas escrituras, pero que termina vendiendo su criterio al mejor postor en el mercado político.
Las empresas que controlan la fe de las personas no tienen escrúpulos para prostituir de manera directa y sin tapujos, el voto de sus feligreses. Les vale hongo la crítica, les importa un bledo las consecuencias políticas que pueda ocasionar sus alianzas con los líderes de los partidos políticos.
Como si fuese un ejército fascista a cargo de un Cristo reencarnado en el Pastor, los cristianos influyen de manera directa y dominante en las decisiones de sus seguidores, incluso, llegan a amenazar con ser expulsados de la iglesia de Dios, si se niegan a seguir las doctrinas de su pastor, que por supuesto está ligada a la tajada económica que pueda ofrecerle el cacique de turno con el que están negociando.
«No hay libertad en la votación,
no hay libertad en el pensamiento
de sus ovejas. Su labor es la de
obedecer el mandato del Pastor»
Lo más triste del asunto es que lejos de aplicar las doctrinas del evangelio y la biblia, todo se convierte en un negocio de oportunidades, en donde los pastores y directores de los partidos cristianos se llevan su tajada.