En definitiva, la tradicional Feria de Cali ha perdido mucho de su esencia, de lo que fue la feria hace un par de décadas a lo que podemos ver en esta última versión, muchas cosas han cambiado. La feria dejó de ser un evento social y cultural de la ciudad Capital de la Salsa y se convirtió en un evento que sólo disfrutan quienes tienen al menos dos millones de pesos para derrochar entre desfiles, festejos y eventos, que anteriormente eran gratuitos para locales y visitantes a la hermosa, pero hoy insegura ciudad de Cali.
Los desfiles que antes eran libres, ahora están privatizados y conseguir una boleta (revendida) para cada desfile, está en el orden de los $125.000, como quien dice $250.000 la pareja, pues nadie iría a un desfile solo.
Producto de esa divergencia de precios, los jóvenes de la ciudad decidieron hacer su propia feria y se apoderaron literalmente de varias vías importantes de la ciudad, entre ellas la carrera 66, la avenida Paso Ancho y la Calle 9a entre otras.
Vías diseñadas para tres y cuatro carriles, fueron reducidas a un sólo carril, generando trancones de hasta 20 calles en espera de poder transitar libremente por el lugar. Así fue comenzaron los problemas, los jóvenes en medio de tragos, drogas y música a alto volumen, fueron desplazando cada vez más los carriles y pasó lo que tenía que pasar: Cuando un conductor usa su bocina para pedir que le permitan el paso, los desadaptados respondieron de manera agresiva atacando el auto de manera violenta.
Lo curioso del asunto, es que a menos de 50 metros de distancia, efectivos de la policía estaban a un costado de la calle y no hicieron absolutamente nada para evitarlo.
Cada año la feria de Cali nos muestra desmanes más violentos de grupos de violentos que se toman las calles y hacen su voluntad sin que nadie pueda detenerlos. El píe de fuerza de la policía es simplemente incapaz de atender con rigor las normas de protección de la ciudadanía en las calles más importantes del sur de la ciudad.
¿Estamos condenados a permitir
que los violentos se apoderen de
de la tradición Caleña? ¿Acaso el
panorama de la Feria de Cali ya
es tan violento como un clásico
de fútbol entre el CAli y el América?
Corfecali asegura que sobre esos eventos no tiene control alguno, pero cabe preguntarnos si la Feria de Cali se convirtió en un negocio privado de la administración, al que sólo se puede disfrutar si usted tiene un buen presupuesto para gastar.
Director: Habib Merheg Marún