En definitiva somos un país en donde ya NADA NOS SORPRENDE, así lo demuestran las distintas peticiones que ha recibido el gobierno Duque por parte de distintos gremios en todo el país, que al escuchar que ya el Estado está ayudando a los más necesitados, salen a luz pública a pedir ayudas.
El caso de la DIMAYOR fue el caso más sorprendente, que a través de una misiva, le hizo saber al presidente Duque, que producto de la pandemia, el fútbol colombiano, que es una empresa privada y muy rentable, requiere de la ayuda del gobierno para no quebrar.
Jorge Enrique Vélez, presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano, aseguró que los equipos del rentado nacional están perdiendo cerca de 80 mil millones de pesos debido a que no se está vendiendo boletería ni se están transmitiendo los partidos de la Liga suspendidos desde el pasado 12 de marzo.
Y ahora el caso más sonado es el del Senador (y apóstol) John Milton Rodriguez de Colombia Justa Libres, quien considera que es una obligación del estado impedir que las iglesias se quiebren. Las mismas iglesias que no pagan impuestos y cobran diezmo a sus feligreses.
Mientras tanto, los campesinos de Colombia, siguen a la espera que el gobierno les ayude a seguir adelante con sus cultivos para poder ofrecerle alimentos a la población general.
Todos rezamos hoy para que el gobierno de Duque destine los recursos en los nichos realmente afectados por la economía y no conviertan estas ayudas en otro Agro Ingreso Seguro, ayudando al fútbol y las iglesias cristianas, pero vaya uno a saber que decisiones de toman a puerta cerrada de la Casa de la Casa de Nariño.
Director: Habib Merheg Marún