“Alias ‘Iván Mordisco’ está muerto”, dijo el entonces ministro de defensa Diego Molano. Hace dos semanas, “Mordisco” apareció con pinta de mortal vigente, rodeado de hombres bien armados que no parecían ángeles de ninguna corte celestial, anunciando que le sonaba el asunto de la paz total planteado por el presidente Gustavo Petro.
Iván Márquez, que es un alias pero que de tanto llamarlo así ya ni se aclara que es un apodo, murió en un atentado, dijo el gobierno Duque hace pocos meses. Este fin de semana, el comisionado de paz de Petro dijo que se entrevistó con el tipo sin necesidad de recurrir a médiums ni a tablas ouija que le facilitaran el acceso al mundo de los muertos que es donde, según Duque, debería estar Márquez.
¿Falsos positivos? A la vista se nota que sí, que los mataron con el deseo, que los dieron de baja sin comprobarlo y que toca aplicarles la frase de la obra francesa El Mentiroso (seguro que se llama así), escrita por allá en 1.643 cuando el criado le dice a su jefe: “los muertos que vos matáis gozan de buena salud…”.
En 50 o más años que alias Tirofijo, fundador de las FARC, combatió contra el ejército, lo mataron unas 40 veces. La verdad es que terminó sus días en la selva, de muerte natural y al cuidado de su mujer y su tropa.
El afán de ganar la guerra matando los contrincantes en la prensa es una táctica pasada de moda. Tal vez sirviera hace años cuando no había redes sociales y la opinión pública no tenía opciones diferentes. Hoy, todo se sabe. Más temprano que tarde.