Opinión: Kico Becerra
Este país del Sagrado Corazón da de todo; fue así como, en 1939 tras la muerte de Pio XI, el eximio dentista antioqueño Antonio José Hurtado se autoproclamó Papa, con el nombre de Pedro II.
Hurtado, nacido y criado en Barbosa, Antioquia, cuya casa museo se puede visitar para corroborar lo que les estoy contando, conocedor del derecho canónico, sabía que cualquier laico puede ser nombrado Cardenal y decidió nombrarse así mismo Papa.
De ahí nuestra tradición de que muchos se sientan Papas. Pablo Escobar se erigió como el Papa del narcotráfico; El tino Asprilla como el Papa negro de la morcilla; dios Antonio Vélez es el Papa del fútbol; Yamit Amad funge como Papa de la Tv.; Luis Carlos el Papa de los agiotistas.
En política tenemos varios Papas: Uribe el Papa de los presidentes; Santos el Papa de los chuquis; Roy el Papa de los volteados; Macías el Papa de los bachilleres; Duque ejerce como subpapa de los presidentes.
Como en el Vaticano, aquí también tenemos nuestras Papisas. Claudia Primero es la Papisa del grito; Amparo Grisales la papisa del Arca de Noé; Marta Lucía la Papisa del Twitter; Mafe Cabal la Papisa de los vagos; Paloma la Papisa del alarido.
Por supuesto, ostentamos el honor de tener candidatos vitalicios a ser Papas; son tan reiterativos que ya se les conoce por sus apodos. Todos se sienten Papas y usan ya su nombre papal. Petro Vl conocido como «en efectivo»; Fajardo X «el durmiente»; Holmes lV «el chuzador”; Londoño XVI «el honrado»; Galán III «el nepotista»; Simón XXII » el lector».
Los actuales alcaldes todos se proclamaron Papas de sus parroquias y cada 5 minutos sacan una nueva encíclica para restringir a sus parroquianos. Son los Papas del Coronavirus; éstos pasarán a la historia como los Papas Pandémicos.
Ñapa: El Papa Pedro II de Barbosa no era ningún majadero, sabía de la maldición de Malaquías, que dice que el día en que un Papa se llame así se acabará el mundo.
¡¡Jodido el paisa!!
Director: Habib Merheg Marún