La noche de este miércoles, Lucas hacía parte de una manifestación pacífica en uno de los costados del viaducto de la capital risaraldense cuando desconocidos vestidos de civil se aproximaron en un vehículo sin que nadie sospechara. Abrieron fuego contra la multitud en al menos 8 oportunidades, y él fue uno de los que llevó la peor parte.
Según las primeras informaciones, aunque se dijo inicialmente que estaba muerto alcanzó a ser llevado a una clínica, donde posteriormente se confirmó que tenía muerte cerebral.
En redes sociales lamentaron su deceso y recordaron su lado más humano y amable, con el que había animado activamente las protestas. Estudiantes, activistas, oenegés, periodistas y políticos reprodujeron las imágenes con las que sus compañeros lo recordaban: un joven que bailaba mientras clamaba por un mejor país.
En todos los vídeos se observa que es un joven activista alegre, inmerso en su condición de activista, pero nunca atacando a las autoridades. Su grito fue Nos Están Matando!