Rabat no es Buenos Aires ni Marruecos ganó la Copa Mundial de Fútbol, pero la recepción que la afición marroquí le hizo a su selección no envidia para nada a la recibida por Messi y su grupo.
Los jugadores marroquíes fueron recibidos por cientos de miles de hinchas que aclamaron a sus jugadores como héroes luego de alcanzar el cuarto lugar en la Copa, convertirse en la sorpresa del campeonato y lograr la mejor actuación de equipos africanos en la historia desplazando a Camerún, Senegal y Gahna países que hasta ahora habían ocupado las mejores posiciones en el torneo.
El rey Mohamed VI recibió a los jugadores que llegaron acompañados por sus madres lo que fue calificado por la prensa oficial como un homenaje a las mujeres marroquíes que educaron a sus hijos con claros valores.
En Catar, Marruecos eliminó a España y a Portugal en la etapa final, cayó con Francia 2 a 0 y para definir el tercero y cuarto puesto, perdió con Croacia 2 a 1.
Solo hasta el partido con Francia que empezó perdiendo desde muy temprano, se pudo conocer la capacidad de Marruecos atacando porque hasta esa etapa se había caracterizado por mostrar un bloque ultradefensivo.
La multitudinaria recepción a los “Leones del Atlas” contrasta con la recibida por Argentina en cuanto al orden y la sobriedad y a que, contrario a lo sucedido en Rabat, el gobierno de Argentina y sus jugadores no se encontraron en la celebración.