Opinión: Kico Becerra
Terminó esta semana, en la cual se celebraron los 200 años de la Constitución de Villa del Rosario; el gobierno se trasladó a Cúcuta y anunció la reapertura de la frontera con Venezuela.
Show de discursos de Duque y Maduro; canto de sirenas y homenajes a la bandera y la hermandad de los pueblos, con toda la carreta que conocemos.
Lo único cierto es que, hace 4 años, nadie pensaba que se iría primero Duque del poder que Maduro; ni el más chavista se atrevía a pronosticar que el gordo iba a resistir la presión internacional y el bloqueo económico.
La razón es muy sencilla: Maduro tiene el respaldo de las fuerzas armadas y la estupidez de la oposición venezolana, con su división y sus egos, no fue capaz de canalizar el inmenso descontento contra ese gobierno que llevó a la ruina a esa República.
Lo triste es que, aquí vamos para allá que no las pelamos, gracias a los egos de algunos líderes políticos que, con tal de salir en las noticias, han fraccionado la posibilidad de evitar que nuestro engendro de Madurito llegue al poder.
La extrema derecha delirante piensa que con candidatos que proponen armar a toda la nación para que se auto defienda y exterminar lo que aún queda del proceso de paz, van a ganar las elecciones, está totalmente miando fuera del tiesto. Lo increíble es que ese fanático sector no entendió el mensaje de su jefe cuando dijo que era consciente de que todo lo que oliera a él no tendrá posibilidad de ganar las elecciones y por eso no apoyaría públicamente a ningún candidato.
La insensatez del denominado centro está haciendo lo mismo que la oposición venezolana, dividiéndose cada día más; aquí ya tenemos varios Guaidós, algunos hasta se parecen físicamente a él. Tontos útiles, deshojando margaritas, mientras nuestro Madurito hace pactos hasta con el diablo y se consolida haciendo campaña solo y canaliza el creciente descontento contra el gobierno actual.
En la puerta de que el caos económico se apodere de la Nación, ¿no habrá una dirigencia sensata que les haga entender a esos tan preparados egos que llegó el momento de dejar de hacer pendejadas y se unan para evitar la debacle?
Ñapa: Muestra de la situación anímica de Colombia es que, ya ni el día en que juega nuestra selección la gente se pone masivamente la camiseta, como sucedía antes; mal síntoma.