Han transcurrido nuestros días como sociedad en la penumbra de una tragedia ambiental qué vaticina el fin de la vida en este planeta; los primeros indicios han sido, la deforestación, el CO2 expulsado por nuestra industria y nuestros vehículos, el crecimiento demográfico con su consecuencia de un consumo voraz del hombre y el cambio de una dieta qué paleoliticamente ha sido intensa en vegetales y tubérculos a una intensa en cárnicos.
El resultado final de estos procesos es por supuesto, el Calentamiento Global. Sabemos con certeza que la temperatura a nivel mundial ha crecido en 1 grado centígrado en los últimos 50 años, eso llevará al descongelamiento de los glaciares y como efecto la subida del nivel del mar con todo lo que ello representa para las zonas costeras.
Un faro de esperanza avistamos ayer desde la capital de Inglaterra, su parlamento ha declarado una Emergencia Mundial Ambiental, este campanazo para la humanidad llega como un elixir a todos los que estamos preocupados por la situación, porque el compañero de lucha será uno de los grandes, una fuerza política que impone al mundo entero una agenda de revisión de nuestro modo de vida, que garantiza que desde todos los rincones de Europa se inicie un llamado qué será catalizador de muchos otros en todo el planeta.
¡Viva la vida, Viva Natura!
