Así lo anunció el Ministerio de Salud el miércoles pasado, al destacar que el consenso científico determinó que no es garantía de no tener el virus y tampoco reduce el riesgo. La decisión generó debate, pues hubo quienes cuestionaron que estaban provocando un boquete en la bioseguridad y, de esta manera, podrían aumentar los casos de covid.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que “No se reactiva el transporte aéreo ni el turismo trayendo indiscriminadamente pasajeros sintomáticos y contagiados”, cuestionó.
Su cuestionamiento se dio principalmente porque por El Dorado, según Migración Colombia, solo en octubre ingresaron 97.696 personas, incluida tripulación, de los cuales el 66 % era de nacionalidad colombiana. “El ingreso diario varía, el promedio es de 3.000 personas”, señaló la entidad.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendaron la medida adoptada por Colombia. “El riesgo de propagación del virus es inherente a los viajes. Si bien no es posible eliminar ese riesgo, se lo puede aceptar y mitigar”, señaló la OPS.
Su mensaje hay que entenderlo en el contexto de que el virus fue detectado en Colombia el 6 de Marzo y con el paso del tiempo la transmisión se volvió comunitaria, es decir, que circula en la sociedad. Ayer el país reportó 9.893 casos nuevos y 196 muertes, para un total de 1.117.977 contagios y 32.209 decesos.
Johnattan García Ruiz, magíster en salud pública de Harvard, asegura que hoy por hoy no se puede hablar de que los viajes internacionales constituyan un riesgo desproporcionado de contagio, en comparación con otro tipo de movimientos de población dentro del país. “Las pruebas no brindan protección real y sí constituyen una carga innecesaria para los viajeros”.
Director: Habib Merheg Marún