El Fondo Monetario Internacional llamó la atención sobre la solución que muchos bancos centrales del mundo están aplicando para intentar enfrentar la creciente inflación: subir las tasas de interés. Para el Fondo, la medida puede llevar a una recesión prolongada lo que convertiría el remedio en algo peor que la enfermedad.
La directora del fondo Kristalina Georgieva es pesimista sobre el futuro de la economía a escala global y recomienda a los bancos centrales que la clave es evitar daños mayores. Es, para ella, más probable que la situación empeore a que mejore.
Los efectos de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania marcan una pauta de la que no se ve mejoría en los meses venideros.