¿Puede usted diferenciar cuando una recomendación en redes sociales, hecha por un influenciador, es en realidad una pauta publicitaria? Esa fue la pregunta que se plantaron en la Superintendencia de Industria y Comercio desde hace un tiempo y la cual quieren resolver mediante una regulación.
Según la entidad, en una publicación en la que se habla bien de un producto, lugar o servicio no se puede saber si es una recomendación porque se está a gusto con él o se trata de una publicidad paga por la marca, hecho que puede confundir a un posible comprador. La regularización que se pretende hacer en el país trabaja de la mano con autoridades del Reino Unido, país que ha logrado varios avances en esta materia.
“Lo primero que hizo la agencia que regula la publicidad fue sentarse con los influenciadores para esclarecer qué temas eran publicitarios y qué temas eran realmente recomendaciones por la satisfacción de un bien un servicio y llegaron a la determinación de hacer una guía de autorregulación”,
le dijo el superintendente Andrés Barreto.
También dijo que se quiere evitar es que esta regulación se haga por medio de una ley. Se trataría más bien de «un manual de buenas prácticas» para que el usuario esté informado sobre lo que se le dice de cierto producto, ya sea con un hashtag o con una aclaración en el texto de la foto o vídeo.
A nivel internacional, además del Reino Unido, Alemania, España, Italia, Holanda y Estados Unidos ya tienen algunos protocolos de publicidad para influenciadores.
Es de vital importancia que los consumidores de redes sociales sepan direfenciar de una publicidad que incita a la venta y de una recomendación abierta y desinteresada, pero ante estas opciones debemos recordar que los influenciadores tienen un objetivo y este es netamente económico.
Director: Habib Merheg Marún