El hombre que deslumbró a todo el mundo con sus jugadas y que por su talento fue quizá la primera figura verdaderamente excepcional del fútbol, murió ayer a los 82 años en Sao Paulo, Brasil, luego de estar internado durante casi un mes por complicaciones derivadas del cáncer de colon.
El 29 de diciembre quedará en la historia del deporte como el día en que Pelé, el más grande, el rey del fútbol, partió de este mundo que conoció la noticia a través de un mensaje de su hija Kely a través de redes sociales:
«Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descansa en paz», escribió junto a una foto donde aparecen las manos de ella y sus hermanos junto a las del astro brasileño.
Pelé fue el único jugador en ganar 3 Mundiales de fútbol (58,62 y 70), nunca jugó en Europa por más ofertas tentadoras que le hicieron y solo al final de su carrera dejó el equipo de toda su vida, el Santos de Brasil, para jugar en el Cosmos de Nueva York cuando el fútbol en Estados Unidos era muy incipiente.
Con el Santos sus cifras son tan admirables como las de los mundiales: Supercopa de Campeones Intercontinentales, dos títulos de la Copa Intercontinental, dos Copas Libertadores, seis del Brasileirão, cuatro del Torneo Río-São Paulo y diez del Campeonato Paulista.
Luego de su retiro siguió en el mundo del deporte y pendiente del fútbol hasta última hora. Animó a su Brasil hasta quedar eliminado y alentó a Argentina en su pelea por la copa de Catar frente a Francia.
Los que lo vieron jugar, lo afirman. Los que han visto lo poco que hay en video, también. Quienes lo enfrentaron, igual: Pelé es el Rey del Fútbol.
Paz en su tumba y muchos goles en la eternidad.
