Dos personas robaron un carro Kia Picanto en el barrio Santa Ana, de Bogotá. Los delincuentes amenazaron al propietario con arma de fuego, obligándolo a descender del vehículo y de inmediato emprendieron la huida.
El propietario del vehículo avisó a la policía y como su carro contaba con GPS, este pudo ser ubicado por los uniformados, dando inicio a la persecución. Cuando los delincuentes se percataron que eran seguidos por la policía empezaron a disparar.
Varias motocicletas de la policía iban tras el vehículo y los uniformados respondieron a los disparos, provocando una balacera en vía pública.
Cuando la persecución se dirigía por el barrio Quiroga, los delincuentes perdieron el control del vehículo hurtado, se estrellaron contra un semáforo y un poste y no pudieron escapar. Allí fueron capturados por la policía y debieron ser trasladados a un centro asistencial por las heridas del choque, en el que, además, resultaron heridos dos transeúntes que iban pasando.