Por MAURICIO MARULANDA
Al igual que muchos colombianos indignados por un gobierno lleno de escándalos relacionados con Embajadores Narcotraficantes, compra de votos a favor de Duque, fraudes en el destino de los recursos para la pandemia del Coronavirus y una fiscalía de bolsillo, que sólo persigue a quienes hacen denuncias, Gustavo Petro lanza a través de cuenta de redes, un llamado a la Desobediencia Civil, que invita a la población a NO PAGAR MÁS sus compromisos con el Estado, a NO ASISTIR A CLASES PRESENCIALES en colegios y universidades, hasta que se demuestre el verdadero interés del gobierno por actuar de manera transparente.
De inmediato, las cuentas uribistas en las redes, lanzaron un contra ataque, asegurando que Petro estaba incitando a la población a salir a las calles y acabar con el país.
Gracias a la ignorancia de gran parte de la población que no tiene redes o internet o que simplemente no lee, Petro se convierte en el incendiario de un país en una democracia perfecta a la que el comunismo quiere atacar para convertirnos en la hermana república venezolana.
Las estaciones de radio, aprovecharon para hacer su agosto con un mes de anticipación y en todas se escuchó a las voces de los partidos de gobierno y los lame zuelas de otros que se hacen llamar independientes, para señalar a Petro de estar haciendo campaña proselitista, con sus invitaciones a la revolución comunista.
En definitiva, los partidos asociados y enmermelados del gobierno uribista están asustados y en medio de su desespero, tratan de convencer a todo el país, que Los Gustavos andan promocionando una revuelta nacional que podría ser peligrosa para nuestra transparente democracia.
¿Ante tanta evidencia,
qué espera Duque de los
colombianos? Que sigamos
en silencio aceptando su
corrupción sin hacer nada?
Las cosas se están saliendo de control para el uribismo, la gente está empezando a importarle lo que ocurre en su país y esto los lleva a diferenciar las distintas posturas, acorde a las evidencias y escándalos que a diario salen en las redes.
Aunque la propuesta de Petro es ambiciosa, los colombianos no serían capaces de llevarla a cabo. Nos morimos de miedo de NO PAGAR las obligaciones con el Estado, pero aplaudimos la iniciativa, así somos en todo, buenos para hablar y malitos para tomar decisiones fundamentales.
¿En qué parará la iniciativa
de Desobediencia Civil?
Amanecerá y veremos
dijo el ciego y nunca
se enteró cuando amaneció.