Desde que Concepción Baracaldo fue nombrada como directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hubo polémica en la opinión pública colombiana, pues ella, administradora de empresas experta en economía y trabajadora del sector privado, no tendría ningún tipo de experiencia en temas de infancia.
El pasado 9 de diciembre el presidente Gustavo Petro aseguró que el primer fracaso de su mandato era la muerte por desnutrición de 20 niños de la Guajira:
“Estamos fallando, el hecho que aquí se mencionó, que 20 niños indígenas han muerto por desnutrición durante este Gobierno, eso se llama un fracaso y se debe asumir como tal (…) si el ICBF hace lo mismo que ha hecho en estos últimos años, pues el ICBF ha visto morir miles de niños, aquí… van a ver morir miles. Respecto a la causa de esa mortalidad, indudablemente está en el centro el agua potable (…) El ICBF debería estar invirtiendo aquí en agua potable”.
La muerte de esos niños de la Guajira despertó grandes críticas a Baracaldo y la polémica aumentó cuando por esos días le consultaron cómo le habían ofrecido el trabajo y esta respondió que se lo había ofrecido Verónica Alcocer, a quien conoce desde bachillerato y que es la esposa de Gustavo Petro, a lo que ella respondió que no le parecía raro, pues ellos como esposos decidían juntos. La designación parecería más un tema de intereses personales y no por mérito.
Ahora, se presentó una nueva polémica, pues Baracaldo tomó vacaciones y dejó como director encargado a Álvaro González Hollman, quien apenas fue nombrado como director de primera infancia el 2 de enero. Según el senador Alexander Maya, miembro del Pacto Histórico, esta sería una decisión política para que González sea nombrado como director en caso de la expulsión de Baracaldo, lo que también sería un error pues este tampoco es experto en niñez.