Las denuncias de Vásquez —que trabajó con Piedad Córdoba desde el año 2003— son de grueso calado, pues asegura que la excongresista era alias ‘Teodora’ de las Farc, sobrenombre usado para varias comunicaciones y que utilizó con la cúpula de la antigua guerrilla para la entrega de secuestrados.
El mismo Vásquez aseguró, en una investigación que la Fiscalía adelanta en contra de Córdoba, que su antigua jefa habría retrasado la liberación de Íngrid Betancourt con fines políticos.
Piedad no da la cara
Con ese panorama, Noticias Caracol dijo que trató de contactar a la exsenadora, pero ella “no quiso referirse públicamente a estos temas”. En su lugar, puso a responder a su abogada, Ximena Castilla.
La apoderada de Córdoba dijo que no hay una sola prueba que demuestre que su clienta fue militante de la antigua guerrilla de las Farc o que fue financiada por ese grupo armado.
De igual forma, desestimó la versión que apunta a que Córdoba dilató la liberación de Íngrid Betancourt y sostuvo que eso hubiera sido una “tontería”.
“[Sería] una falta de olfato político, porque liberando a Íngrid [Betancourt] se habría anotado un ‘hit’. Habría ganado adeptos. ¿Para qué demorar su salida?”, acotó.