Como en el poema de Rafael Pombo “La Pobre Viejecita”, que no tenía nada que comer sino “carnes, frutas, dulces, tortas, huevos, pan y pez”, la líder de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, María Luisa Piraquive, se resiste a pagar lo que la DIAN dice que debe de impuestos.
Piraquive regenta orgullosa su iglesia que cuenta con más de 1.000 templos en 50 países de todos los continentes y es, además, el poder detrás del trono del partido político MIRA (sigla que en sus comienzos significó Movimiento Independiente de Renovación Absoluta).
La DIAN insiste en que la señora Piraquive debe en impuestos un valor cercano a los tres mil millones de pesos. Ella, en cambio, argumenta que desde hace muchos años vive en Estados Unidos, paga impuestos allá y algunos acá.
La diferencia para la DIAN, es que lo pagado aquí no corresponde a lo que debería pagar la pastora pues la mayoría de sus ingresos los obtiene en Colombia.
El caso Piraquive-DIAN es otro capítulo de la historia en que, parapetados tras el tema religioso, algunos líderes de iglesias se niegan a declarar sus ingresos que, de todos modos, son difíciles de calcular debido a que por diezmar a nadie le dan factura. Como escribió Pombo: “… Que logremos disfrutar las pobrezas de esa pobre…”.