Mientras el gobierno y el sector turístico hace esfuerzos que justo en época de reactivación económica, en Santa Marta y en general la Costa Atlántica, los casos de abuso contra los turistas son el pan de cada día. La nueva campaña debería decir «Venga a Colombia que aquí lo robamos y le encimamos los golpes de despedida para que no vuelva».
La historia que tenemos hoy, no es muy distinta a las que ya conocemos. A los turistas les caen en la playa para convencerlos de comer en el mejor restaurante de la ciudad. A estos, los llevaron y los ubicaron en una mesa, la cual estaba reservada y tocó hacerlos levantar para moverlos a otra, la cual estaba sucia producto del poco personal que tienen para atender. Cuando reclamaron pro el estado de la mesa, el mesero se hizo el de la vista gorda y oídos sordos. Lo cual desató el malestar de los turistas , a los cuales, abusando de su ingenuidad, los convencieron de visitar el mejor restaurante de Santa Marta y es ahí cuando los turistas reclaman, se suben los ánimos y comienza la pelea entre empleados del restaurante con los turistas, en medio de niños que son parte del grupo de turistas. Puños van y vienen, mesas y sillas volando por los cielos y el buen nombre de nuestra ciudad en medio de una cuenta, en donde se cobran tarifas exageradas y daños a la propiedad.
Pero gastamos dinero, tiempo y esfuerzo en pedirle al mundo que venga a Colombia donde lo tratamos con todo cariño … Otro mal chiste de nuestro gobierno que lejos de invertir en educación, tira el recurso del Estado en campañas absurdas.