La historia es repetida: la Policía rescata a víctimas de trata de personas y captura a algunos miembros de la banda. Las personas rescatadas eran obligadas a ejercer la prostitución y llegaron a España con promesas de trabajo como cuidado de ancianos o ejercer la peluquería que nada tenían que ver con lo que finalmente terminaron siendo obligadas.
Entre las 23 rescatadas, hay colombianas. El modus operandi también se repite: son contactadas a través de familiares en Colombia y hasta en España misma en donde los bandidos se aprovechan de la condición de ilegalidad para explotarlas.
La Policía española reporta la captura de 8 integrantes a quienes acusa de los delitos de trata de seres humanos, blanqueo de dinero, narcotráfico y de pertenecer a una organización criminal a través de la cual se encargaban de mover a las víctimas entre ciudades de manera que fuera más difícil localizarlas.