POR TINIEBLO
Para entender por qué los paros en Colombia nunca trascienden, debemos hacernos una radiografía minuciosa de nuestra sociedad y así entenderemos la realidad que nos cobija. El colombiano del común no es solidario, la verdad es que nos vale huevo lo que pasa a nuestro alrededor, siempre y cuando a mi no me incomode, ni me quite el sueño. Así somos, crecimos de esa manera y gracias a la era del narcotráfico, en donde la mamás y papás nos enseñaron que no debemos meternos en problemas de otros y asumimos absurdamente, que todo lo malo que hace el gobierno, afecta sólo a otros, porque yo tengo mi trabajo y mal que bien, cumplo con las necesidades básicas de mi familia.
Diciembre fue la prueba de fuego para los colombianos, que dejaron su ideología política a un costado y se fueron de feria, porque la familia y la diversión es primero. Así fue como se dio la espalda al problema que tenemos, y justo por aquellos días en el Senado, entre copas y amigos nos aprobaron varias reformas y se burlaban de nuestro compromiso con la causa.
Salimos a gritar nuestro desacuerdo con las medidas del gobierno, pero al primer encuentro frontal con el ESMAD corremos despavoridos de miedo o indignación, dependiendo de quien le este dando palo a quien.
Ahora nos toca esperar a que termine la copa Pre Olimpica, luego vendrá Copa América y tal vez, por allá en octubre o noviembre nos dolerá el orto, de vaya a uno a saber cuántos escándalos más por corrupción, y ahí, saldremos de nuevo con el cuento del Paro Chimbo que dura dos días y luego nos vamos a casa a ver Elif.
Nos falta comer más ñoñita, todavía creemos que llegarán tiempos mejores y que Duque con su gran corazón y mano firme (gran corazón con los ricos y corruptos y mano firme con todo aquel que reclame justicia y equidad) termine su mandato, mientras todos, emocionados, esperamos a que El Patrón del Mal nos lleve a las urnas a votar por su nuevo salvador de la democracia.
Nos falta mucho para tener consciencia colectiva, nos falta compromiso para con nosotros mismos, nos falta huevos para enfrentarnos a los corruptos, somos una horda de cómplices de un sistema que nos da por donde más nos duele y sonreímos y pedimos doble porción.
Algunos más ingenuos que otros, piensan que dándole por días a una cacerola los dignos corruptos saldrán corriendo o que las cortes de justicia, agotados ante tanto ruido de las cacerolas, finalmente juzgarán a los malos … Pueblo ignorante e ingenuo. Y es tan poca la credibilidad que tiene el Paro Nacional, que Duque se va de viaje a Suiza convencido que aquí no pasa nada.
Aquellos que hoy festejan porque el paro va en declive, habré de verlos en poco tiempo pidiendo que se haga justicia y que termine de una vez por todas en mandato de los corruptos. NO se amañen mucho en su estrato IV con cara de III que al paso que vamos, todos terminaremos igualados en el II y los del I cagados de la risa viendo como vamos de jeta al patio trasero de sus casas. Mientras nuestros respetables y honorables líderes disfrutan del paraíso por el que a diario luchamos para mantenerlos felices cual Dioses Egipcios.
TINIEBLO
Las opiniones aquí expresadas no reflejan
el pensamiento de Chanel Pluz News.