Aunque ha asistido a todos los partidos de su selección luciendo prendas que escandalizarían a cualquier autoridad catarí, solo fue hasta el partido contra Brasil que a la modelo croata Ivanna Knoll se le “solicitó” que abandonara el estadio.
El público que presenció la escena protestó pues en medio de tanto velo, tanta túnica y tanta prohibición, Ivanna les recordaba que más allá del país anfitrión hay lugares donde las mujeres se pueden vestir como les provoque y los hombres pueden mirarlas y admirarlas sin que nadie se tenga que condenar al infierno.
La modelo croata dijo días antes que no había tenido problemas con los cataríes y que, si por usar un bikini merece ser arrestada, pues que la arresten.
Oficialmente no se han dado las razones para su expulsión del estadio. La croata dijo que no se trataba de su forma de vestir sino de la cantidad de personas que querían tomarse fotos con ella y, al parecer, eso molestaba a las autoridades locales.