A 26 días de guerra las miradas siguen puestas en Mariúpol, el principal punto de conflicto en las últimas horas, novedad por el ultimátum de las tropas rusas.
Las autoridades de la ciudad portuaria lindante al Mar Negro notificaron que se registraron los primeros bombardeos, al tiempo que el gobierno local de Mariúpol se rehusó a aceptar el ultimátum de las tropas rusas de deponer las armas. Entretanto, Moscú advirtió a Europa que desestimar el crudo de Rusia sería «una complicación para todos». Una crisis energética que se suma al incremento de víctimas por los bombardeos en Kiev y la destrucción de unidades militares ucranianas.
En el vigésimo sexto día de confrontaciones armadas entre Rusia y Ucrania, las miradas siguen puestas en Mariúpol, el principal punto de conflicto en las últimas horas y que fue novedad por el ultimátum de las tropas rusas invasoras.
Corredores humanitarios para los habitantes y salida con vida para los soldados ucranianos. Ese fue el ofrecimiento de Rusia a cambio de que las fuerzas militares y civiles ucranianas depusieran las armas y entregaran el control de la urbe, una posibilidad que las autoridades rápido declinaron.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo este lunes por la noche, en un vídeo, que se había reunido con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, el mismo día.
«Estamos coordinando nuestras posiciones en vísperas de importantes cumbres en Europa. Las reuniones de los líderes del G7, la OTAN y la UE tendrán lugar el 24 de marzo. Nuestra posición será firme. Créanme, será muy firme», dijo el dirigente ucraniano.
Zelenski afirmó que ocho corredores humanitarios funcionaron durante el día y permitieron evacuar a más de 8.000 personas, especialmente en las regiones de Kiev, Donetsk, Luhansk y Mariúpol. Sin embargo, dijo que un corredor humanitario con niños había sido atacado en dirección a Zaporizhia, algo que llevó a la hospitalización de cuatro niños.