Por @EscribidorMao
Decían los abuelos que No hay que ensillar la bestia antes de Comprarla, una frase con mucha realidad que hoy obliga a la senadora María Fernanda Cabal a replantear su carrera política y el partido al que pertenece.
María Fernanda Cabal tomó una decisión muy compleja al decidir centrar su campaña en el ataque frontal a Gustavo Petro y atreverse a llamar a los progresistas como Comunistas Chavistas que deben ser erradicados de Colombia.
Aunque este discurso tuvo eco en las juventudes del Centro Democrático, la cifra de participación de los jóvenes al interior del partido es bastante pobre. El Uribismo tiene fuerza base en los adultos mayores de 50 años de los altos estratos sociales y ellos son conscientes que el discurso de la Cabal incita al odio y la violencia, lo cual los llevaría como partido político a confirmar que es el partido que rechaza la paz e incita al odio de las clases políticas.
Uribe no es Pendejo
Muchos piensan que la senadora Cabal es el reflejo del pensamiento de Ultra Derecha de Uribe, pero eso no significa que justo ahora, cuando el Uribismo está pasando por su peor crisis en la historia, la estrategia sea atizar el fuego de la violencia.
Álvaro Uribe necesita votos contantes y sonantes para mantenerse en el juego político y sabe con certeza que la Cabal, con su discurso de odio, provocaría más deserciones por parte de sus militantes que nuevas adhesiones al partido.
De ahí que decida lanzar a Óscar Iván Zuluaga al ruedo político, no porque Zuluaga tenga alguna oportunidad de llegar a la segunda vuelta, sino porque lograría mantener los votos de esos seguidores del Centro Democrático que siguen fieles al pensamiento Uribista, sin chocar de manera frontal con el discurso Comunista que Uribe sabe bien, que ya fue usado en el 2018 y no tendrá efecto para el 2022.
La senadora Cabal abogó por los resultados completos de las encuestas y una vez fueron presentados por el partido, no tuvo otra opción que aceptarlos y entender que al interior del Uribismo, ella no representa una solución viable a sus intenciones.
¿Qué sigue para la Cabal?
Es complejo responder a esta pregunta, porque estamos hablando de María Fernanda Cabal, una mujer convencida desde el fondo de su ser, que ella representa ese cambio violento que requiere el país.
Producto de sus actos y sus discursos de odio contra Petro, muchos aseguran que la Colombia Humana aumentó proporcionalmente los seguidores, por temor a una candidata que podría llevar al país a una persecución política contra los progresistas.
La senadora Cabal también perdió la opción de ser cabeza de lista del Uribismo, lo cual es una clara demostración del rechazo de su partido ante las decisiones que en el pasado no reflejaban la voluntad de Álvaro Uribe.
¿Algún partido le abriría las puertas? Lo dudo mucho, tengo serias dudas que el Liberalismo u otro partido se atreva a verse afectado recibiendo a la Cabal en sus filas.
La Potra Zaina es indomable, nadie tiene control sobre ella y esa condición es un riesgo para cualquiera que busque adoptarla políticamente. Tal vez consiga suficientes seguidores como Andrés Escobar que le ayuden a abrir su propio partido, porque hoy, el mismo Polo Polo ya le sacó el cuerpo y se lanzó a buscar nuevo ídolo político y ya anda charlando con David Barguil a ver como consigue la platica para el próximo semestre y conseguir la nueva versión del IPhone que tanto ama.
Tal vez la Cabal siga aspirando al senado, pero esta vez tendrá que tener más fortuna al escoger a quienes dirijan su campaña, porque quienes lo hicieron en la pasada elección terminaron en la cárcel por compra de votos, por supuesto todo esto fue a espaldas de la senadora.
PostData:
La Cabal debe aprender de Jorge Enrique Robledo, que se adapta a las circunstancias y cambia la versión que tenía de Alejandro Gaviria y ahora son íntimos en la Alianza del Centro.
PostDatica:
Paola Holguín y Paloma Valencia se hicieron las locas y dejaron que la Cabal se lanzara a ese precipicio que la lleva a una muerte política anunciada. A eso le llaman solidaridad uribista.