Por @EscribidorMao
Desde que Gustavo Petro habló por primera vez del Pacto Histórico, la idea comenzó a rodar por las redes con grandes expectativas por parte de la ciudadanía, en especial aquellos partidarios del progresismo y las propuestas de Petro, pero ¿A quiénes proponen los colombianos?
El Pacto Histórico es una propuesta que busca involucrar a un grupo de personas honestas, conocedoras de la problemática del país, inteligentes, profesionales y leales ante la propuesta de combatir la corrupción, a través de un cambio estructural en el congreso de la república.
Desde el año pasado, decenas de activistas en contra de las políticas del gobierno Duque, se han dado a la tarea de expresar sus diferencias y atacar al gobierno, como un gesto legítimo de protesta que les ha permitido visualizarse en las redes nacionales y conseguir una popularidad que no tenían, desde el análisis político.
Levy Rincón es un claro ejemplo de valentía al enfrentar a los personajes de la política nacional, que a su juicio, merecen ser desenmascarados ante la sociedad. Aunque el lenguaje que usa en sus vídeos es fuerte y agresivo, su público cautivo admira su esfuerzo y gallardía para señalar sin prejuicios a los más altos rangos de la política colombiana, en un estilo muy propio, que lo distingue de los demás.
Adriana Lucía, Julián Román, Robinson Díaz y Margarita Rosa de Francisco usan su versatilidad y talento frente a cámaras para elevar sus protestas y dar a conocer sus posturas políticas frente a la actual situación del país.
Producto de esa popularidad y talento frente a cámaras, la ciudadanía los propone como posibles candidatos al Pacto Histórico. ¿Podrían ser los candidatos idóneos para ser parte del Pacto Histórico?
Muchos de estos personajes no tienen aspiraciones políticas, apoyan las ideas de Gustavo Petro, pero sienten que el campo político es algo complejo que requiere de experiencia y conocimiento extenso de la estructura del congreso.
Recordemos que ya en el pasado tuvimos a varias figuras de la farándula colombiana en el congreso y no dejaron huella, a pesar de su alta votación y popularidad. Recuerdo a Alfonso Lizarazo y el trauma que le generó haber estado en el congreso sin tener la experiencia o conocimiento de su cargo.
¿Qué le conviene al Pacto Histórico?
En este punto surgen varias preguntas, las cuales deben ser estudiadas con bastante cautela e inteligencia, teniendo en cuenta que el objetivo primordial es mantener el equilibrio en el congreso.
Los Estudiosos y Experimentados
Es claro que las intenciones de Petro es tener a un grupo de personas inteligentes, capaces y experimentadas en el ámbito político para entender, apoyar y validar las ideas del progresismo.
Cabe preguntarnos entonces ¿Qué pasaría si en ese círculo de inteligentes, capaces y experimentados se generan tantas variantes y propuestas de cambio, que terminan afectando el verdadero objetivo de las propuestas? En otras palabras, ¿Hasta dónde tanta capacidad de sus integrantes termina cambiando las propuestas originales? Poner de acuerdo a tantos intelectuales sobre un mismo tema para lograr una decisión es bastante complejo y eso debe saberlo Gustavo Petro.
Imaginen un Pacto Histórico que, parecido a lo que ocurrió con el partido Alianza Verde, termina dando tantas vueltas que su esencia queda en el olvido para dar protagonismo a las cabezas del partido. Eso ya pasó y sigue pasando en la política colombiana y el desenlace es catastrófico.
Los Leales no tan Sabiondos
Veamos la otra cara de la moneda. ¿No es mejor para el Pacto Histórico tener a un grupo de congresistas leales a las causas del progresismo, que voten favorablemente a las propuestas del partido sin querer reinventarse y sin buscar protagonismos? Si analizamos a los partidos tradicionales en cabeza de los caciques políticos, a ellos poco les importa la experiencia, el conocimiento y la inteligencia, cuando para ellos (los caciques) lo importante es que sean leales (obedientes) y aprueben los proyectos que benefician a los grandes empresarios del país.
¿Qué candidato le conviene más al Pacto Histórico?
Esa es la pregunta que debe evaluarse a fondo, por un lado lo ideal es que tengamos personas capacitadas que puedan aportar al progresismo, pero sin protagonismos. Por el otro lado, lo importante es que esas propuestas que llevaron a crear el Pacto Histórico lleguen a ser viables gracias al apoyo incondicional de sus miembros.
¿Existirá una fórmula que
permita combinar las dos cosas?
Hasta ahora no se ha logrado ese propósito, los políticos sufren de un egocentrismo absurdo y maligno que termina distorsionando el propósito de las normas y abandonando la esencia misma del objetivo.