Si usted es un artista mediocre, suena poco pues pasó su cuarto de hora y su talento no da para hacer renacer los 15 segundos de fama que alguna vez tuvo (que, por demás, fueron más por escándalos que por talento), y quiere que su nombre vuelva a sonar, aunque sea en redes, la fórmula consiste en usar las mismas para insultar al presidente de la república o a la vicepresidenta, mostrando racismo y desprecio.
Si eso ya lo usó o no fue suficiente, o la espuma del escándalo ya bajó y sus vísceras reclaman más acción, pase a insultar a la familia de los anteriores. Si es a una hija menor de edad, mejor.
Esa parece ser la fórmula de la conocida como Marbelle: en elecciones aseguró que si ganaba Gustavo Petro ella se iría del país. Con esa afirmación sonó en los medios. Luego de la victoria, no se fue y volvió a sonar en los medios. Una vez posesionada la vicepresidenta Francia Márquez, la señaló de tener vínculos con las FARC y los medios la registraron. Se ganó su demanda por injuria y volvió a aparecer. De nuevo, mojó prensa cuando tuvo que conciliar con Márquez y publicó su “arrepentimiento” por lo dicho hacia ella.
Ahora el turno para ganarse algunos segundos en medios (como este portal hace en este momento), le correspondió a la hija menor del presidente a quien Marbelle señaló, indirectamente, pero sin asomo de duda sobre la intención de su mensaje, de ser una de las indigentes con las que Petro compartió una cena navideña.
La reacción del presidente fue la de anunciar denuncia contra ella pues “zaherir y hostigar una menor de edad es una bellaquería muy ignorante”, escribió en su cuenta de X.
Si usted es artista mediocre y en franca decadencia, insulte y gánese su demanda. Al fin y al cabo, su dignidad le importa poco y se gana algunos clics en sus redes sociales. Luego se “arrepiente” y listo: a buscar otro insulto degradante.