“Necesitamos consumir menos agua” es la recomendación del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, que a través de su cuenta de X anunció: “…completamos 5 días por debajo del consumo promedio normal de la ciudad, pero seguimos lejos de la meta”.
La capital colombiana está siendo sometida a un racionamiento de agua por sectores durante 24 horas debido al estado crítico de los embalses que alimentan sus plantas de tratamiento.
La meta trazada al comienzo del racionamiento está en 15 metros cúbicos por segundo, pero ayer 15 de abril, marcó 16,11 metros. La capacidad del embalse de Chingaza, marcó 15,52% y se esperaba que estuviera en el 20% de su capacidad.
Las lluvias que en abril “no fueron mil” como reza el adagio popular y el consumo sin racionamiento en hogares que tienen tanques de reserva, han sido los factores principales para que las cifras no mejoren. Los particulares que siguen usando el agua como si no estuviera escasa –clubes y algunas industrias-, tampoco ayudan.
El racionamiento, que para muchos se hizo tarde y mal, podría ser mayor si las cifras siguen bajando.