“Estoy en una especie de cruzada para que salgamos de la trampa, de las cadenas, de la cárcel de las ideologías“, aseveró Betancourt en entrevista exclusiva con el periodista Yamid Amad.
“A nombre de eso se han cometido actos de barbarie como el que nos tocó vivir a nosotros. A nombre de una ideología que pretendía detentar las llaves del bienestar humano, el comunismo, terminamos nosotros convertidos en cosas, en animales”, añadió, refiriéndose a su secuestro.
“Las ideologías nos cierran la perspectiva de análisis, nos encasillan, no nos dejan hablar con el otro, no nos permiten construir consensos”, explicó.
“No aspiro a ser la opción ni parte de la opción. Para mí la política está en el pasado. El precio por hacer política en el caso mío fue muy alto, traumático”, lamentó.
Según ella, ahora es capaz de conciliar posiciones más diversas que antes, e incluso opuestas, y prefiere eso: “La política es un lastre: uno entra en la política y se cierran las puertas; no puede volver a hablar, no puede uno decir las cosas sin que lo tergiversen. Son los ataques gratuitos, mucha agresividad, mucha violencia. Es perder la posibilidad de hablar de otra manera”, opinó.