“Nuevamente los ríos Atrato y Andagueda se salieron del caudal dejando a su paso inundado el corregimiento de Boraudo; algunas casas quedaron flotando. Esto se vuelve reiterativo; no sabemos qué hacer. Los organismos de socorro han venido haciendo todo lo pertinente, pero cada vez se presentan más crecientes”, expresó Yilson Rentería, habitante de Lloró.
Allí en Boraudo, el pasado 14 de noviembre, 117 casas de las 300 ubicadas en el corregimiento, resultaron afectadas, además de la iglesia, los centros de salud y comunitario y la iglesia.
Hace una semana el personero de Lloró, Freddy Abadía, aseguró que aunque la inundación más grave que les ha tocado vivir allí fue la ocurrida el 14 de noviembre pasado, llevan siete años pidiéndole al Gobierno la reubicación del corregimiento, encontrando dilaciones, por lo cual espera que tras los estragos que deja el fenómeno de la Niña en esa zona del Chocó, el Gobierno llegue con algo más que ayudas temporales.
Director: Habib Merheg Marún