Solo hasta que se supo que padecía cáncer, se conoció la intención de Roy Barreras de retirarse, algo difícil de imaginar en un hombre que por encima de su profesión de médico prefirió la política para desde allí alcanzar figuración nacional gracias a su facultad para servir de escudero al mandatario de turno.
Lo fue de Uribe Vélez y lo fue de Santos. Con Petro tomó más que el escudo para defender su candidatura y su gobierno desde la presidencia del Senado que ahora dice que quiere dejar para dedicarse a leer y a escribir. Quiere ganarse un Nobel de literatura, ha dicho.
Y aunque ambas posibilidades (el retiro y el premio), están por verse, nadie puede ignorar la capacidad de maniobra del político vallecaucano que ahora solo ante un cáncer que lo tiene en tratamiento, piensa en retirarse a vivir sabroso.