Ni Rusia le está pidiendo a Estados Unidos que le devuelva a Alaska ni la luna es pandequeso. En redes y en varios medios serios está circulando la versión según la cual, la Federación Rusa desconocería la venta que en su momento hiciera el emperador Alejandro II de un territorio de 1’518.000 kilómetros que hoy compone el estado de Alaska. Era 1867 y su imperio venía de graves derrotas en el campo contra los británicos y, temiendo perder esa zona por alguna invasión, prefirió venderla e inyectarle algo de dinero a su menguada economía.
Hoy, Rusia, o mejor, la Federación Rusa, ha creado una dependencia que se encargará de buscar bienes raíces en manos de otros países y que hubieran sido del Imperio Ruso, de la Unión Soviética o de la misma Rusia para procurar recuperarlos. No se refiere en nada a Alaska, ni, como aseguraron algunos, se propone quitársela a Estados Unidos lo que significaría el estallido de otra guerra.
Para los que se entusiasmaron con la idea pensando que siguiendo esa ruta Colombia podría recuperar Panamá, la recomendación es que se confronten sus fuentes y no crean el primer post que lean y que diga que la luna es pandequeso.