La mayoría de los 25 millones de habitantes de Shanghái han sido confinados durante semanas en sus casas, mientras la ciudad se enfrenta a un nuevo brote de covid.
son llevados fuera de la ciudad
Cientos de miles de personas positivas al coronavirus han sido llevadas a improvisados centros de aislamiento, ya que China no les permite efectuar una cuarentena en sus casas.
Lucy, residente en Shanghái, relata que en la mitad de la noche ella y sus vecinos fueron obligados a subirse a autobuses, que los llevaron a cientos de kilómetros de la confinada megalópolis china en dirección a improvisados centros de cuarentena.
Pero habitantes que habían dado negativo en los test afirmaron que fueron obligados a dejar sus hogares y llevados a instalaciones situadas fuera de la ciudad, algunas de ellas a una distancia de centenares de kilómetros.
“La policía nos dijo que había demasiados casos positivos en nuestro complejo residencial, y que si seguíamos viviendo aquí acabaríamos todos infectados” dice Lucy, que prefiere no dar su apellido. “No nos quedaba otra opción”, agrega.
Lucy cuenta que el grupo de gente que dio negativo fue enviado a un centro de cuarentena, con centenares de habitaciones individuales prefabricadas, en la vecina provincia de Anhui, ubicada a unos 400 kms de distancia. La mujer añade que ignora cuando podrá volver a su casa.
AFP habló con otros habitantes de Shanghái, en buena salud y negativos al virus, que fueron igualmente enviados para efectuar una cuarentena en otras provincias. Uno de ellos dice que sus vecinos protestaron y se negaron a irse.