Julián Alfredo Perdomo argumentó que se trata de una necesidad para que la población “tenga un gobierno de excelencia y en vista de la falta de espiritualidad existente”. Ordenó también entregar las llaves del municipio a Dios Jesucristo.
Si bien la Constitución Política de 1991 consagró la separación entre Iglesia y Estado – y la Corte ha hecho lo propio al reivindicar que el colombiano es un Estado laico–, con menos de 24 horas en el cargo el nuevo alcalde de San Vicente del Caguán (Caquetá) puso en entredicho tales postulados.
Justo el mismo día de su posesión, este miércoles 1 de enero, Julián Alfredo Perdomo firmó su primer decreto estableciendo que “el señor Jesucristo será a partir de hoy, el rey y señor” del territorio. Lo anterior, argumentando que el preámbulo de la Constitución invoca a Dios “con el fin de fortalecer la unidad de la Nación” y que el artículo 3 indica que la soberanía recae en el pueblo.
Incluso, en el considerando del documento el mandatario manifiesta que, como máxima autoridad municipal, “se ve en el deber y la obligación” de consagrar a Dios como “único amor y señor”. Todo esto responde, según Perdomo, a la necesidad de que San Vicente “tenga un gobierno de excelencia y en vista de la falta de espiritualidad existente”, así como “anhelando una vida diferente en su territorio”.
Además de invocar la protección de Dios vía decreto, “como único y suficiente salvador de nuestra sociedad”, Perdomo establece que será Dios quien “direccione el diario vivir” de las familias, buscando que su palabra “tenga eco en la construcción de los principios éticos y morales de los habitantes”.
¿Acaso los habitantes del Caguán
votaron porque JESUCRISTO
los gobierne?
Por último, el alcalde ordena entregar las llaves del municipio al “único y suficiente Dios Jesucristo, en honor y honra, para que su presencia permanezca eternamente entre nosotros”.
Sorprende en este contexto que, lejos de haber sido avalado por partidos de orden conservador o cristiano, Julián Alfredo Perdomo tuvo el espaldarazo para llegar a la alcaldía de nada menos que el Partido Liberal, La U, Cambio Radical y la Alianza Social Independiente (ASI). El mandatario obtuvo el respaldo de 9.665 ciudadanos, el 58,6 % de los votos.
¿No será este un retroceso social
en la historia de la región?
Director: Habib Merheg Marún