Si por esta época usted visita el centro de Bogotá, encontrará en San Victorino todos los juguetes propios de esta época navideña con los diseños más vendidos en los mercados internacionales, pero como es lógico, casi todas ellas son chiviadas.
San Victorino es el verdadero centro del comercio de Bogotá. Allí, en cualquier minuto de aquellas horas, es difícil caminar. Los visitantes parecen hormiguitas moviéndose en desorden y buscando el mejor precio entre los vendedores del área.
Al lado está el Gran San, el centro de la moda popular y económica que tiene 800 locales y otros 500 improvisados en pasillos, escaleras y parqueaderos cuando es día de madrugón. Sus otros vecinos son San Andresito de San José y la Plaza España.
Ningún centro comercial mueve los clientes ni el dinero que se mueve en San Victorino de Bogotá. Según La República, medio especializado en economía, el ecosistema de San Victorino mueve en las temporadas de diciembre una cifra que roda los tres billones de pesos. Solo el Gran San, según su gerente, Yansen Estupiñán, vende un billón de pesos en diciembre, contando lo que facturan sus 800 locales y los puestos improvisados durante los famosos madrugones.