Este domingo, los países miembros de la UE acordaron congelar cerca de la mitad de los activos financieros del Banco Central ruso. De acuerdo con el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, las sanciones «tendrán un fuerte impacto en el sistema financiero ruso».
Mientras, este sábado Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Canadá acordaron eliminar a algunos bancos rusos del sistema interbancario SWIFT.
Los precios de las materias primas están creciendo en todo el mundo a medida que las nuevas sanciones occidentales contra Rusia aumentan la probabilidad de interrupciones en el suministro.
«A menos que se produzca un avance en las negociaciones de paz, creemos que esto hace que los precios de las materias primas tengan que subir considerablemente, ya que vemos que la destrucción de la demanda es ahora el único mecanismo de equilibrio importante que queda», escribió el grupo Goldman Sachs en un correo electrónico enviado a Bloomberg.
El aluminio subió a un nuevo récord, mientras que el precio del níquel también aumentó y el del trigo se aproximó a su nivel más alto en más de 13 años. Los lingotes de oro, que constituyen un refugio en tiempos de tensiones internacionales, subieron más de un 2 % antes de reducir las ganancias.
Aunque las materias primas agrícolas no están en la mira directa de las nuevas sanciones occidentales, sus precios también están aumentando por el miedo de los inversores a que se entorpezcan los pagos a los proveedores y a que los bancos reduzcan aún más la financiación para la compra de productos rusos.
Rusia y Ucrania juntas representan una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo y una quinta parte de las ventas de maíz.
Rusia, en particular, es un importante proveedor de una gran cantidad de productos básicos, como aluminio, níquel, paladio, petróleo y gas.
Por su parte, desde el Banco Central de Rusia declararon este domingo que la entidad financiera «dispone de los recursos e instrumentos necesarios para mantener la estabilidad» en el sector y «garantizar la continuidad operativa». Asimismo, indicaron que el sistema bancario ruso es estable, con «suficientes reservas de capital y liquidez para funcionar sin problemas en cualquier situación».