En Colombia, la virgen se aparece por igual en una humedad de cualquier muro o dentro de las vísceras de un bagre pescado en el Magdalena. Pero no todas las apariciones de la mamá de Jesús están certificadas como ciertas por el Vaticano quien reconoce muy pocas de las sucedidas a través de la historia.
Ahora, la Iglesia Católica anuncia que las normas existentes desde 1978 para certificar ese tipo de fenómenos, serán más estrictas. Dejan la primera responsabilidad en el obispo de la diócesis donde sucedió el fenómeno, quien deberá corroborar la aparición y, si tiene dudas, plantearlas a la Conferencia Episcopal o al Vaticano quienes procederán a hacer una serio de pruebas cuyo veredicto final puede tardar varios años.
Entre lo que se examinará mas detenidamente, está la capacidad intelectual y sicológica de la persona que tuvo la aparición, su honestidad, su estilo de vida, su fe y su interés o no en obtener lucro del fenómeno.
Tal vez, con esas medidas, la virgen decida aparecerse ya no en muros ni en pescados, sino en notarías y con varios testigos.