¿Qué se perdió? Depende de quién responda. Para algunos se perdió una oportunidad para hacer escenarios deportivos modernos y promover el turismo nacional. Para otros no se perdió nada, más bien se evitó gastar cientos de miles de millones de pesos que se podrían usar en otros asuntos.
¿Quién tuvo la culpa? También depende de quién responda. Si es el presidente Petro, la culpa fue del expresidente Duque y de la propia organización de los juegos que no atendió las propuestas de pago porque, según el presidente, ya tenían un acuerdo para hacerlos en Asunción, Paraguay. Si es Duque quien responde, dice que Petro no hizo lo suficiente para garantizar el evento.
¿Y si no hacemos los panamericanos? No pasa nada. Ya dejamos de hacer un Mundial de Fútbol (evento que sí mueve turismo), y nada pasó. Bueno… nada diferente a que aún hoy, 38 años después, sigamos hablando de lo mismo.