La decisión del gobierno de Iván Duque, de cobrar un reajuste a los precios de la energía a todo el territorio colombiano para los estratos 4,5 y 6 con el objetivo de cubrir las pérdidas de Electricaribe es sencillamente una decisión poco sana, que castiga a la ciudadanía y glorifica a quienes de manera descarada se robaron más de 300 mil millones de pesos.
Al corrupción en la empresa Electricaribe llegó a cifras que generaron el escándalo más grande, que arrojó no solo enormes perdidas, sino que dejó a la población a «oscuras» en la necesidad de cubrir sus necesidades.