El excoronel Carlos Soler sale a trabajar con su arma personal en su cintura y como buen exmilitar, considera que está en todo su derecho de hacerlo dadas las circunstancias y la autoridad de su cargo. Por supuesto para la comunidad caleña esta actitud del secretario de gobierno es vista como una incitación a la violencia por parte de la alcaldía de Cali, pues nunca se había visto algo similar en la ciudad.
La imagen del secretario con su arma provocó una gran controversia en redes sociales, pues internautas dijeron que era un mal ejemplo para evitar que los ciudadanos usaran esos objetos e incluso pidieron su renuncia o destitución. El revuelo fue tanto, que Soler emitió un comunicado explicando que es un coronel retirado del Ejército, que tiene amenazas contra su vida y, por lo tanto, tiene derecho a portar el arma.
“Todos los días porto mi arma, tengo los documentos en regla y sé que jurídicamente también la puedo llevar. Por aceptar el reto de liderar el organismo encargado de la Seguridad y la Justicia y por la situación crítica que vive la ciudad es necesario que pueda velar por mi seguridad y por la de mi familia”, indicó el funcionario de la Alcaldía de Cali.
Justo ahora cuando la sociedad caleña hace un llamada a la paz y la solidaridad ciudadana, el nuevo secretario de seguridad da una imagen muy negativa tras la iniciativa de portar arma cuando su condición de militar es cosa del pasado y no justifica la incitación que provoca ante la comunidad.
Mientras tanto el alcalde de Cali Jorge Iván Ospina mantuvo silencio ante las demandas de la revocatoria del secretario.