Causa dolor y vergüenza, que cada semana en Colombia además de las muertes violentas causadas por la intolerancia, aparezca el asesinato sistemático de todo aquel que esté liderando una causa social que reivindique una comunidad discriminada o azotada por los violentos.
Impacta más que la noticia del crimen, la indiferencia con que la sociedad colombiana asume esta, que en cualquier sociedad civilizada sería una tragedia humanitaria.
Recuerdo cuando los nazis empezaron el exterminio de judíos en los campos de concentración en el corazón de Alemania cerquita a Munich, DACHAU, que estuvo en «funcionamiento» desde 1933 hasta 1945. Y Los habitantes de Munich no sabían lo que estaba ocurriendo allí … O no querían saber.
Recordemos que en esos campos murió el equivalente a 10 veces la población de Pereira. ¿Que se necesita para asesinar y quemar a tanta gente? Se necesita más que el mal de unos cuantos. También se necesita el silencio de muchos otros.
En estos 2 años han matado a cientos de líderes sociales en Colombia. Y no nos impacta. Es una indiferencia impresionante que no podemos repetir Nunca Más. Es nuestro deber investigar, documentar y publicar. Necesitamos reaccionar derrotando el silencio cómplice.
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