El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, dijo en entrevista radial que la situación provocada por el incendio de los tanques de almacenamiento de combustible que llevan más de 30 horas ardiendo, está bajo control pero que si alguno de los tanques colapsa antes de que se termine de quemar el combustible que tienen adentro, la catástrofe sería mucho más grave.
La explicación radica en que hasta ahora el incendio no ha sobrepasado los límites de la planta y las llamas salen por la combustión de los 150 mil galones de combustible que arden dentro de los tanques, pero si alguno se rompiera, el combustible ardiendo alcanzaría otros sectores.
La brisa de la cuidad ha llevado la densa columna de humo negro hacia lugares menos poblados y eso ha sido una ventaja, dijo Pumarejo. Pero, al mismo tiempo, esa brisa ha impedido que la espuma usada para apagar este tipo de incendios alcance la base de las llamas.
Hasta ahora hay una víctima mortal y un herido, ambos bomberos que acudieron al empezar el incendio. La actividad en toda la zona ha quedado suspendida y el cierre de vías aledañas ha producido traumatismos en varias zonas de la ciudad.