En los años noventa el peor criminal de la historia de Colombia Pablo Escobar le puso precio a la cabeza de cada policía dentro de su estrategia macabra con la que intentaba postrar al gobierno y obligarlo a una negociación bajo sus condiciones.
Fueron años difíciles sobre todo en Medellín donde a diario caían policías bajo el fuego de las armas que sicarios pagados por el narcotraficante descargaban indiscriminadamente sobre quien portara uniforme.
Como en otros tantos casos, pareciera que la historia condenara a Colombia a repetir sus experiencias mas fatales. Hoy el denominado “Clan del Golfo” copia el modelo de Escobar y ofrecen entre mil y cinco mil dólares por cada policía muerto, según la propia Policía Nacional.
El nuevo “Plan Pistola” se desarrolla en la zona de mayor influencia del grupo delincuencial cuyo líder fue extraditado hacia Estados Unidos. En el momento de su captura, el presiente Duque anunció que “Con este golpe a alias Otoniel en la operación Osiris se marca el final del Clan del Golfo”, final que, al parecer, solo estaba en la mente del primer mandatario pues a la fecha y con una veintena de policías asesinados en 2022, la capacidad para cometer delitos se mantiene intacta en la organización mafiosa que busca, paradójicamente, tener un diálogo con el nuevo presidente Gustavo Petro.