Gran descontento se vivió en la plenaria de la Cámara de Representantes gracias a la presidenta Jennifer Arías que mantuvo a raya a todos los congresistas que intentaban oponerse a la derogación de la Ley de Garantías, usando el famoso «mute» que ofrece el sistema de audio para silenciar los micrófonos de quienes tienen la palabra.
El debate fue considerado un verdadero atentado a la democracia nacional, sólo parecido a los debates que se presentan en países como Venezuela que, a costa del poder, silencian a la oposición.
El descontento de los congresistas fue notable, pero el objetivo de la presidenta Arias logró su meta de imponer la voluntad de quienes en complicidad con la medida adoptada, cerraron el debate y dieron puerta abierta a la votación, en donde, de nuevo y sin vergüenza, le ordenaba a uno de los congresistas, Anatolio Hernández a votar afirmativamente a la medida.
«anatolio, vote si»
Y Anatolio Hernández del partido de la U, quien representa al departamento de Vichada y que llegó al congreso con menos de 2.338 votos, dijo «si».