Opinión: Kico Becerra
Pedir perdón, los gobernantes, después de haberla cagado en ventilador, es la moda que impuso el presidente Piñera en Chile, después de 150 días de paro nacional.
Piñera pidió perdón, se reunió con los manifestantes, con Raymundo y todo el mundo y resolvieron, entre todos; citar una asamblea nacional constituyente, para cambiar la estructura del Estado Chileno.
¿Será que en eso es lo que terminará todo aquí?
Está demostrado que, el Congreso no tiene capacidad de reformarse, ni de reformar la justicia, además, de que representa la corrupción imperante en la política nacional.
En el congreso no se podrá poner la cadena perpetua a los corruptos; no se podrá mejorar el sistema de salud, que no es tan malo como decimos, pero, si requiere ajustes. Todos sabemos que del desorden de la salud sale gran parte de la corrupción.
El congreso no puede modificar el sistema educativo, anacrónico, paquidérmico y lleno de privilegios, para los malos docentes y de desestímulos para los buenos; una asamblea nacional constituyente sí lo puede hacer.
El congreso no puede llevar a cabo una reestructuración del sistema electoral, porque de ese caduco mecanismo depende de que puedan salir nuevamente elegidos.
Los cambios urgentes de la Policía, para que deje de ser militar y pase a ser civil y que, de esta manera, sea formada, para poder controlar los desmanes sin fuerza desbordada, no lo puede hacer el Congreso.
Darle un soporte constitucional a la penalización de la evasión de impuestos, no será posible nunca en el Congreso.
Descentralizar a la Nación, Crear Autonomías Regionales, que se den sus normas impositivas conforme su vocación y realidades, jamás lo podrá hacer el Congreso.
Lo primero que hará el próximo presidente que, según las encuestas, sería el Señor Petro, es citar una asamblea nacional constituyente, según sus propias palabras; ¿Por qué no se cita desde ya? ¿No será mejor adelantarse 2 años a este seguro acontecimiento?
¿Cómo es posible que los representantes de los no polarizados no se hayan dado cuenta de esto y pidan la convocatoria de una Constituyente, ya?
Elegir en un año un Congreso, que va a ser desplazado por una Asamblea Constituyente, es un absurdo; no solamente por el valor económico que representa, si no por la realidad de la inminente convocatoria a la Constituyente; es una pérdida de tiempo.
Me dirán que la Constitución del 91 es amada por el pueblo y que hay que preservarla; eso es falso. Si fuera así, no estuviéramos en este despelote. Se requieren reformas urgentes que no pueden hacerse desde el legislativo; de eso nadie tiene duda.
Convocar una Constituyente, para ser elegida en diciembre y que comience a funcionar en enero del año entrante, para que el nuevo gobierno implemente la nueva Constitución, es ganarle un año al bienestar y desarrollo de la Nación.
Ñapa: Retomo el tema del perdón, copia de lo que hizo Piñera y aquí no le funcionó a nuestra Gobernadora que, después de pedir perdón, la sacaron casi a piedra de un barrio y no dejan sacar la carne del matadero de CAVASA. El alcalde de Cali, pidió perdón y le siguen bloqueando la ciudad, con el señalamiento de ser un criminal, inclusive por sus amigos los indígenas del CRIC. El alcalde de Palmira pidió perdón, retiró la fuerza pública y le incineraron los peajes y sus alrededores.
Moraleja: Copiar las arrodilladas de otros, no absuelven los pecados propios